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Chile país de telescopios. En Chile se han instalado grandes observatorios astronómicos. En el norte, el desierto de Atacama tiene un clima seco, y sus cielos son un tesoro para la astronomía.
Desde Chile, es posible observar zonas del hemisferio sur celeste, como el centro de la Vía Láctea y las Nubes de Magallanes, imposibles de ver con los telescopios instalados en los países del norte.
Los primitivos habitantes de Chile, un remoto y desconocido país, disfrutaron a gusto del maravilloso espectáculo de los cielos nocturnos cuajados de estrellas.
Seguramente, reflexionaron mucho en el misterio de las estrellas, pero no dejaron constancia de sus pensamientos.
En los últimos años, gracias a la colaboración internacional, se puede decir que Chile es la capital de la astronomía.
Primeros años de la astronomía en Chile
La historia oficial de la Astronomía en Chile comenzó en 1849, cuando el Teniente James Gilliss, de la marina norteamericana, llegó a Santiago para realizar mediciones de la escala de distancias en el Sistema Solar.
Para medir la distancia de la Tierra a Marte, Gilliss necesitaba dos puntos en la Tierra, lo más alejados posible el uno del otro.
Uno de estos puntos estaba en Washington, en donde el meridiano coincidía con el de Chile.
James Gilliss quiso establecerse en Chiloé, lo más al sur posible; pero, en Santiago le mostraron los datos de la meteorología chilota, y comprendió que no era sensato instalar sus instrumentos en esa zona tan lluviosa.
El gobierno chileno le facilitó establecer su punto de observación en el Cerro Santa Lucía, en Santiago. Desde ahí, pudo realizar satisfactoriamente su trabajo.
El 17 de agosto de 1852, el gobierno de Chile fundó el Observatorio Astronómico Nacional (OAN).
Una de las primeras medidas fue comprar el instrumental y la infraestructura que los americanos habían utilizado para medir las distancias planetarias.
La astronomía en Chile en el siglo XX
Un siglo más tarde de los trabajos de James Gillis, con ocasión del Año Geofísico Internacional 1957, Federico Rutlllant, director del OAN fue invitado a Washington para dar unas conferencias.
En esas circunstancias, el profesor Rutllant se enteró de que la Universidad de Chicago pensaba instalar un telescopio en Sudáfrica.
Federico Rutllant logró convencer al director de la Universidad de Chicago, de que Chile estaba más cerca que Sudáfrica, de que había un vuelo directo a Santiago y de que en Chile el cielo era mucho mejor para la astronomía.
Cuando la delegación americana entró en el Valle del Elqui y comenzó la ascensión hacia la cumbre del cerro Tololo, comenzó el protagonismo chileno en la astronomía mundial. De tal manera que actualmente se puede deci que Chile es un país de telescopios
Federico Rutllant no se detuvo ahí, y poco después consiguió que la Carnegie Institution instalara en Maipú el primer radiotelescopio de Sudamérica.
Además, la Carnegie Institution que operaba en el Observatorio de Monte Wilson, también instaló un Observatorio, en Chile, en el cerro Las Campanas.
Poco después, el 12 de octubre del año 1962, llegó una misión soviética a Cerro Calán, seguida por científicos europeos que aportaron sus conocimientos y experiencia.
Por qué ESO eligió a Chile
El “Observatorio Europeo Austral” (ESO), es la principal organización astronómica intergubernamental en Europa.
Desde 1960, ESO ha proyectado, financiado y dirigido la construcción e instalación de observatorios astronómicos dedicados a grandes telescopios ópticos.
El objetivo de estos observatorios es proporcionar a los astrónomos, instalaciones de vanguardia que permitan llevar a cabo importantes descubrimientos científicos
Muy pronto, los intentos de ESO se centraron en el desierto de Atacama, uno de los lugares más secos de la Tierra, en Chile.
Chile ya había demostrado ser un buen anfitrión, dando trato preferencial y exenciones tributarias para establecer en su territorio importantes centros internacionales de investigación y observación.
En el desierto de Atacama, el clima es seco, con 350 días al año despejados de nubes, estabilidad atmosférica, mínima contaminación ambiental y lumínica proporciona cielos limpios, óptimos para la observación astronómica.
Proyectos de ESO en Chile
Actualmente, en Chile hay cinco grandes proyectos de astronomía fundados o administrados por ESO:
- Telescopio APEX
- Observatorio La Silla
- Observatorio VLT
- Telescopio ELT
- Telescopio ALMA
Telescopio APEX
APEX (Experimento Pionero en Atacama) es una colaboración entre el Instituto Max Planck, la NASA y la ESO.
Los astrónomos ya están haciendo astronomía milimétrica y submilimétrica en Chajnantor, con el Atacama Pathfinder Experiment (APEX).
Se trata de un telescopio de 12 m, de nueva tecnología, basado en un prototipo de antena de ALMA y que funciona en el emplazamiento de ALMA.
El telescopio fue fabricado en Alemania y está ubicado en el Llano de Chajnantor, 50 Km al este de San Pedro de Atacama, a 5.100 metros de altura.
APEX tiene una óptica modificada y una precisión de superficie de antena mejorada. Está diseñado para aprovechar la excelente transparencia del cielo, trabajando con longitudes de onda en el rango de 0,2 a 1,4 mm.
Observatorio de La Silla
El Observatorio de La Silla se encuentra a una altitud de 2.400 metros en la parte sur del desierto de Atacama, a 600 kilómetros al norte de Santiago de Chile.
En este lugar, ESO opera dos telescopios ópticos, de tipo 4 metros, de los más productivos del mundo.
El Telescopio de Nueva Tecnología (NTT) de 3,58 metros de diámetro, que fue el primero en el mundo en tener un espejo principal controlado por ordenador, una tecnología desarrollada en ESO.
El Telescopio ESO, de 3,6 metros de espejo primario, alberga hoy al buscador de planetas extrasolares más importante del mundo: el instrumento HARPS (Buscador de Planetas con Velocidad Radial de Alta Precisión), un espectrógrafo con una inigualable precisión.
Los cuatro telescopios VLT
El proyecto VLT (Very Large Telescope) se instaló en el Cerro Paranal, una montaña de 2.635 metros de altura, en el desierto de Atacama, en Chile.
Los cuatro telescopios VLT, inaugurados entre los años 1998 y 2001, pueden operar como cuatro telescopios independientes o como un único instrumento, para una resolución muy alta.
Trabajando conjuntamente, los cuatro telescopios poseen la misma capacidad de recolección de luz de un único telescopio de 16 metros de diámetro, convirtiéndose en el instrumento óptico más grande del mundo.
Telescopio ELT
Uno de los proyectos más destacados de la ESO es el Telescopio Europeo Extremadamente Grande: ELT (Extremely Large Telescope). ELT es la propuesta de ESO para la nueva generación de telescopios ópticos terrestres.
En 2011, los órganos de gobierno del Observatorio Europeo Austral (ESO) aprobaron su presupuesto para el año 2012.
Este presupuesto incluía el trabajo preparatorio para ubicar el Telescopio Extremadamente Grande (ELT), en Cerro Armazones, en Chile.
Será el telescopio óptico-infrarrojo más grande del mundo, con un espejo de 40 metros de diámetro: el ojo más grande del mundo para escudriñar los cielos.
Se espera que la instalación tarde 11 años en construirse, de 2014 a 2025.
Telescopios ALMA
ALMA es el acrónimo de “Atacama Large Millimeter / submillimeter Array”.
El conjunto de telescopios ALMA se instaló en “El Llano de Chanjnantor”, a unos 5.000 metros de altura, en la cordillera de Los Andes, en Chile.
El proyecto ha contado con la efectiva cooperación de Chile, que también contribuyó con el traspaso de 176.000.000 metros cuadrados de terreno para estas instalaciones.
ALMA es el telescopio terrestre más grande jamás construido. Su conjunto principal cuenta con cincuenta antenas de alta precisión, cada una de 12 metros de diámetro, que juntas actúan como un solo telescopio: un interferómetro.
Esto se complementa con un conjunto adicional de cuatro antenas de 12 m de diámetro; además, hay doce antenas de 7 m de diámetro.
Las antenas ALMA se pueden configurar de diferentes formas. Las distancias máximas entre antenas pueden oscilar entre 150 metros y 16 kilómetros.
El 13 de marzo de 2013 se inauguró ALMA. Actualmente 250 personas trabajan en el proyecto ALMA en Chile y 250 en otros 17 países.
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